Una Tarta con MUCHO HIERRO

Tarta de tofu, con cebolla de verdeo y remolacha, una combinación con mucho hierro

 

Es una combinación DELICIOSA y nutritiva, fácil de hacer:

En una olla o wok pones una cucharada de aceite de coco o de oliva, y un tofu cortado en trozos cuadrados. Cuando se dora de ambos lados le agregas orégano, pimienta y cúrcuma. (Los médicos que mas conocen de una nutricion basada en plantas, aseguran que la cúrcuma es un condimento medicinal pero que para que el cuerpo absorba la curcumina hay que mezclarlo con pimienta, ambos condimentos desintoxican la sangre)

Luego le agregas al tofu, salsa de soja y cebolla de verdeo picada.

Revólver por dos minutos. (Sugerimos espátula de silicona)

apagas el fuego y agregas una remolacha rallada en crudo (Betabel).

Lo revolvés, agregas sal marina y pones en una tartera al horno. (Aconsejamos un molde de silicona)

En 15 minutos tenes está maravillosa tarta, que es sana y tiene un sabor increíble!

Recomiendo aceite de coco porque es más sano. Recomiendo tarteras de silicona porque no se pega, no lleva aceite, de lava fácil y no contamina los alimentos, lo mismo para revolver las espátulas de silicona están buenísimas y las conseguis a buen precio en los supermercados. Recomiendo combinar el tofu con verdeo y remolacha porque estos 3 funcionan perfecto para que el intestino absorba el hierro de estos alimentos.

El tofu es considerado en china y Japón un alimento medicinal. Enseguida absorbe el jugo de la salsa de soja y la remolacha y queda espectacular.

Recomiendo también una vez que la sacas del horno espolvorearle levadura nutricional en copos. Es rica y tiene ácido fólico, calcio y vitamina B, se la considera un SuperAlimento! En especial para preembarazo, embarazo, lactancia y deportistas! Utiliza masa de harina integral y semillas, porque se digieren más fácil, no te hincha, no te constipa y es más liviana. Puedes tener siempre en el freezer y se descongelan en minutos, son muy prácticas!

Esta receta no te engorda, es sana, te alimenta y es sabrosa.

Por Vanina Sousa Gramuglia