Bombas de papa a la provenzal rebozadas con polenta

Una deliciosa receta para acompañar con ensaladas y hamburguesas veganas

 

Super facil de hacer.

Necesitas: 2 papas grandes, 2 cucharadas de semillas de chia, una cucharada de aceite de coco, sal marina, ajo y perejil. Harina de garbanzos para reemplazar al huevo y para rebozar: semillas de sésamo y polenta.

1-Pones a hervir la papa y la sacas antes de que este muy blanda!

Mientras las papas se cocinan pones en un bols, dos cucharadas grandes de semillas de chia y 6 cucharadas de agua, son para unir la papa y que no se desarme. La chia es excelente, entre muchas propiedades que tiene, ayudan a bajar el colesterol malo, para adelgazar y tienen omega 3. En 20 minutos se espesa y se forma ese «mucílago».

2- Una vez que esta la papa, la haces puré con el aceite de coco, las semillas que ya habrán formado una gelatina que une, sal marina, ajo, perejil y podes condimentarlo con nuez moscada y pimienta. (Tiene que ser un pure que no este muy blando, por eso no le ponemos leche vegetal)

3-Cuando se enfría, podemos tener la textura que necesitamos para darle forma. Pero antes pones en la licuadora, una taza de harina de garbanzos, orégano, una taza y media de agua y sal marina, esto es lo que usamos para reemplazar el huevo y que se pegue el rebozado. (Podes ponerle una pizca de cúrcuma, porque es un condimento excelente para el higado y la piel)

4-Les das forma de bolitas a la papa, lo pasas por la mezcla de garbanzos y lo rebozas con polenta. (Sugerencia: Nosotros a la polenta le agregamos, una pizca de sal, levadura en copos y semillas de sésamo, pero solo con la polenta ya podes rebozarlo)

 

LISTO, lo llevas al horno por 15 o 20 minutos, poniendolas en una asadera apenas aceitada! Cuando estan doradas por fuera ya estan!

Si en vez de querer un rebozado crocante lo preferis mas blando, le pasas a las bolitas, un poco de agua con tus manos.

Con la mezcla de garbanzos que te sobra podes hacer panqueques.

A DISFRUTARLAS!

VER RECETA «BASTONCITOS DE POLENTA»

Por Vanina Sousa Gramuglia