Un hijo, viene a vivir su experiencia, a cumplir propósitos que le son asignados y a encontrarse espiritualmente en la vida humana

 
No viene a tapar lo que no queremos enfrentar. No viene a reparar las heridas que no curamos. No viene a salvarnos. No es una distracción.
Si es un suspiro de amor, si es una Gracia y una bendicion.
Pero no viene a servirnos.
Nosotros debemos como padres «servirle» y acompañarle en sus necesidades.
Debemos ser la guía con nuestras acciones.
Por lo cual cuanto mas enteros estemos mas gratificante será ver en ellos lo bien que hemos hecho las cosas.
Ellos nos reflejan, nuestros logros y fracasos.
Pues ellos serán a imagen y semejanza de nuestros frutos.
Ocuparnos de evolucionar es un acto de conciencia para nosotros y nuestro entorno.
Que la pascua nos bendiga con el amor divino, para estar cada dia mas cerca de Dios y así dejarnos guiar por el.
Porque aquellas cosas que no sepamos resolver, el nos la puede enseñar.
Entonces podremos salir fortalecidos de todo, si dejamos que Dios sea quién tenga el control.
El es el Padre espiritual de nuestros hijos terrenales.
NUNCA se equivocará cuando nos inspire e influencie,
Por ello dejar que el se ocupe, es asegurarnos de ir por buen camino

Por Vanina Sousa Gramuglia