Combatir el MIEDO para ganar coraje y sentirnos libres.

Disfrutar de la soledad para evolucionar, sanar el alma y liberarse del miedo:

Dios me pide que comparta esta pequeña vivencia y el sabrá quien la necesita, asi que ahí vamos….
Esta es una experiencia, que quizás pueda ser útil para alguien.
Fue en enero del 2014, era mi segunda llegada a México, en donde por necesidad del alma, habia decidido hacer un viaje ESPIRITUAL.
Esto significa que no fui ni a descansar, ni a conocer gente, ni a conocer bares, ni a probar comidas tipicas, ni siquiera me hospede en un hotel.
Fue algo completamente opuesto.
Fui con varios propósitos espirituales en mente y mi única opción era volver con todos cumplidos.
Fui a disfrutar de mi soledad consciente, a sanar mi alma, a preparar mi espíritu para avanzar en la Misión espiritual que venia alimentando con mucho amor y que sentía que venia un año en donde crecería aun mas y necesitaba de una recarga EXTRA de fuerza espiritual.
Fui a ponerme a prueba e hice hasta lo imposible para que si no había pruebas, se manifestaran, o sea que cada día me despertaba diciendo:
Aca estoy, que nos espera? estoy lista para todas las pruebas, que fantasmas combatimos en este día?
Y por dentro sentia un entusiasmo dificil de describir, porque venia de un año en donde una frase resonaba como un mantra:
«Basta de pruebas, quiero paz!»
Y pasé al sentimiento opuesto, a sentir que necesitaba de ellas para crecer. Necesitaba ver en acción a mis cualidades del alma.
Ese día, me había programado hacer una visita a Tulum, en compañía del MIEDO.
Me desperté sintiendo que es de los fantasmas mas difíciles de combatir, que siempre tenemos miedo a muchas cosas, tenemos tanto de este mal en nuestro interior, que ya estamos acostumbrados, hasta tomamos decisiones influenciadas por el miedo, es tal es el acostumbramiento que cuando no lo sentimos parece que lo necesitamos.
Mi propósito era, comprobar que podía no tenerle miedo a nada si estaba consciente de sentirme en manos de Dios.
Estaba en playa del Carmen, Dios fue tan generoso, que apenas conocía a Bertha pero ella justo estaba viajando a DF por navidad y me dejó con total confianza las llaves de su casa. Vivia en un complejo que esta frente a la playa, allí me quede mas de una semana y de 9 días, 4 me tomé la combi para ir a Tulúm, porque el corazón de esa tierra me llamaba y cada vez que iba volvia con aprendizajes superados y mensajes importantes que anotaba en un cuaderno.
Este día me tomé un micro y saque el ultimo pasaje de vuelta de la noche, lo hice con la intención de ponerme a prueba, asi que pensé:
«Es facil decir Dios en vos confio, pero lo que realmente vale es sentirlo y aplicarlo, no solo pensarlo. Tengo que actuar influenciada por esa creencia, esa es la prueba de fe.»
Termine a las 19 hs de recorrer las tierras de Tulum y me fui a la playa, me quedé hasta ultima hora, no quedaba NADIE!
Desde esa playa hasta la avenida por donde pasaba el micro tenia que caminar unos 15 minutos por una calle angosta, oscura y completamente desolada.
Y que libre me sentí al decir:
Cuando digo en vos confío,  es porque mi palabra lo expresa, mi mente lo piensa y mi corazón lo manifiesta.
Aqui me tienes libre de miedos, haciendo por tí lo que nunca hice por mi!
Enfrentar todo tipo de pensamientos negativos, inferiores y densos, carentes de fe y de comprensión divina.
No hay NADIE a mi lado, no tengo miedo, no siento preocupación, no tengo expectativas, no tengo apegos y tan grande es mi paz, que me siento iluminada en medio de esta oscuridad.
A quien puedo temer, si tu caminas conmigo?
Y en cada paso, mas confiada me sentía y alli comprendí que nuestro error mas grande es el rechazo a las emociones negativas, cuando es tan maravilloso, comprender que somos polaridad…que somos la fe y el miedo, la alegria y la tristeza, la humildad y la soberbia, y que nuestro gran trabajo no es desprendernos de esa parte negativa, sino que ponernos a prueba para encontrar la forma de volver a nuestro centro, para solo ser, al vibrar con la parte sana de cada emoción humana.
Y que ello requiere de un trabajo constante, pero que una vez que le tomaste la mano, todo se vuelve claro y posible.
Ese dia deje de luchar con el miedo al miedo, porque me vi, completamente confiada en mi FE y en el amor de Dios que habita en mi corazón.
Algo en mi había cambiado…
Y todo gracias a una simple decisión de despertar y generar de aquellas pruebas, que antes rechazaba, porque podía ver en cada desafío una oportunidad.
Una oportunidad para cambiar, para crecer, para mejorar, para trascender!

Cada decisión es una OPORTUNIDAD DIVINA, para aplicar las virtudes del alma y así superarnos.

Por Vanina Sousa Gramuglia
Tulum, Mexico, 2014

Tulum. Mexico. Vencer los miedos

Tulum. Mexico. Vencer los miedos