Buda, el Iluminado

Buda, el iluminado que nos conecta con la Sabiduría del alma

Buda, el iluminado, Niños de Corazon Cristico.

Buda, el iluminado, Niños de Corazon Cristico.

SIDDHARTA GAUTAMA: «BUDA»

*Aquel que nos muestra el camino de la iluminación INTERIOR*

Su madre, la Reina Mayadevi (Maya) tuvo un sueño revelador antes de concebirlo.

Una Visión muy clara: «Un Elefante Blanco DESCENDÍA desde el CIELO y entraba en su seno».

Una sensación asombrosa como señal de que estaría llegando un Ser Especial.

El elefante, espiritualmente, representa la FUERZA, LA APERTURA, EL AVANCE.

Su Poder se haya en la virtud de avanzar con pasos firmes y tranquilos. Nadie puede entrometerse en su camino, pues en su interior habita el DON de la PERSEVERANCIA, LA CONSTANCIA Y EL ENFOQUE EN EL PROPÓSITO.

El color blanco representa lo NUEVO y la PUREZA.

El sueño se puede interpretar fácilmente, estaba entrando en ella, un alma de sabiduría que venia a ejercer un NUEVO ORDEN y a vivir una vida iluminada. Ese era su destino y de El aprenderían millones.

Su Padre el Rey de Sakya, Shudhodana, se sentía bendecido por la llegada de este hijo tan esperado y deseado.

Al momento de nacer, su madre NO sintió dolor, al contrario, tuvo una sensación muy agradable.

NACER es un momento sagrado, deberíamos estar mas conscientes y darle a esa experiencia un entorno de naturaleza, lo cual con Buda, sucedió naturalmente, ya que su madre se dirigía a visitar a la familia y cuando pasó por los Jardines de Lumbini, en medio de los Arboles y Flores, sucedió el regalo de «El nacimiento».

A los pocos días, su Madre abandonó el viaje de la vida terrenal y volvió al Reino de los Cielos, visto desde mis ojos, ya había cumplido su propósito espiritual en este Mundo.

Nació alrededor del año 550 a.c en Kapilavastu, ciudad amurallada del reino de Sakya situada en la región meridional del Himalaya, en la India. Conocido también con el nombre de Sakyamuni («el sabio de Sakya»)

Su Padre como todo Rey, tenía planes para su hijo:

Que se convierta en un futuro Rey portador de sabiduría. Sin embargo en su destino había otros planes.

Vivió en el Palacio hasta sus 29 años, allí tuvo la vida normal de un Príncipe:

A los 16 años le eligieron una esposa, tuvo un hijo, estudiaba, tenia mas de lo que necesitaba, vivía cómodamente, pero NO era feliz, porque su alma NO estaba donde estaba destinada a explorar la vida.

En su amor incondicional, su padre creía que esconderle la miseria, el dolor, la enfermedad, el mal que habita en el Mundo, era una decisión inteligente, para asi cuidarlo.

Muchas veces pasa, que aquello que creemos lo mejor no lo es, si detrás hay mentira o verdades ocultas. Todos necesitamos que todas las verdades estén frente a nosotros para vivir eligiendo en base a decisiones visibles y claras.

Como siempre sucede, todo lo oculto trae DOLOR. Cuando Siddharta salió del palacio y se encontró con una realidad que desconocía, sintió mucha desilusión, sin embargo ese DOLOR fue el «empujón divino» para sentir la necesidad de «soltarlo todo» para ir en busca de su destino, una vida NUEVA, en donde su único propósito era «Descubrir el MUNDO con sus propios ojos», sin la certeza pero con la convicción de que el camino recorrido, lo llevaría a la ILUMINACIÓN.

Así nos dejó una de las enseñanzas mas importantes: «La renuncia» como puente hacia una vida ILUMINADA.

Renunciar a la comodidad, a los mandatos familiares y sociales, a lo que NO satisface el alma, a lo que limita la evolución, a lo que no es correcto,  a la manipulación, a lo que esta rodeado de mentiras, al apego, a lo conocido, para dar un salto y vivir en LIBERTAD.

Solo así llegan los GRANDES REGALOS de la vida.

Rahula su hijo, fue uno de sus principales discípulos, así es como comprendemos que todas las decisiones tomadas desde el amor y la conciencia, NUNCA nos alejan del amor de la familia.

En sus GRANDES enseñanzas se fundó el BUDISMO y así es como hoy tenemos a nuestro alcance parte de ese legado tan preciado.

Por Vanina Sousa Gramuglia

La imagen de Buda es de una obra de Patrice Murciano.

VER: Enseñanzas de Buda

VER: Las 4 nobles verdades de Buda