Una Misión es un REGALO DIVINO.

La Misión no se busca.
La Misión nos encuentra, cuando el corazón esta Listo.
Ocuparnos de santificar nuestro corazón, de sanarlo, de fortalecerlo, de cuidar a Dios su interior y mediante nuestra relación con Dios, nacerán las virtudes mas hermosas que harán de el, un Sagrado Corazón, es el camino para que la Misión se revele ante nosotros.
A veces creemos que debemos «estudiar», adquirir titulos, maestrias y conocimientos.
Sin embargo, un día comprendemos que la Misión del alma, es en unidad con Dios y que Dios elige a los preparados, a quienes cultivaron la luz en sus corazones haciendo de ellos un CORAZÓN CRÍSTICO.
Dios no ve los titulos, ni estudios cursados, eso es un complemento, una herramienta para desarrollar las capacidades y para adquirir conocimientos.
Dios nos elige por la pureza de nuestros corazones, lo que sostiene una Misión en la luz, es nuestra relación con Él en nuestro interior y el deseo del alma por ser cada día mas nobles, bondadosos, obedientes y comprometidos con el camino evolutivo del alma.
Dios tiene un propósito espiritual para cada alma y esa es la GRACIA a la que podemos acceder conectados con nuestro Corazón Crístico.

Lo que determina la MAGNITUD de ese propósito es la pureza, la obediencia y la sabiduria del corazón.

Por Vanina Sousa Gramuglia

La gracia