Este día había sentido el llamado de la Madre Mar, en Isla Cozumel, México.

Sabía que tenia que sumergirme con todo lo que era. El dolor, la alegría, la tristeza, la aflicción, mi niña interior perdida, mis esperanzas y todo aquello que desconocía de mí y que estaba descubriendo.

El llamado era:

«Ven a mi, dejame aliviarte»

«Todo lo que detiene es aquello que cargas, si decides liberarte, sentirás esa libertad que te impulsa a avanzar»

«Puedo recibir esa energía, esa acumulación que te limita. Puedo sostenerte, puedo contenerte, puedo acompañarte»

Y así fue como entré a ese mar sin preguntas y salí sin respuestas.

Tan solo el propósito era DESCANSAR el alma en el agua para RESTAURAR su esencia.

Estas aguas han curado a mi alma y se han llevado todo lo que me aislaba de la claridad para conectar con el avance hacia un nuevo escalón en mi propósito espiritual.
A estas aguas les pedí el encuentro con mi alma gemela y a ellas entregué mi Espíritu para que lo envuelvan en las fuerzas de la Madre  mar y me lo devuelvan.
Cuanta gratitud a estas Tierras que me han cobijado y cargado de NUEVAS fuerzas.
Este viaje me ha llenado de milagros y me ha dado la experiencia de lo que ya había comprendido en mi interior:
Que NADIE que esta en manos de Dios porque así lo decide, esta perdido. Está «Buscando», Está «comprendiendo», Está «Buceando en su interior».
Entregarse a la LUZ DIVINA, destapa el desorden porque para avanzar debemos «Curar».

Por eso todo «Aparente» caos es ORDEN ante el FIN de un tiempo y el COMIENZO de otro.
Todo lo que esta en manos Divinas, esta bendecido, aún en medio de la confusión.
Entregarnos a una Voluntad SUPERIOR, es asegurarnos la transformación mas grande del camino personal.
Con confianza en el deseo del alma y determinación llega una APERTURA INMEDIATA.
Yo determiné mi felicidad, mi paz, mi expansión y porque asi lo decidí.

Porque buscaba lo nuevo, es que tuve que perdonarme, perdonar, recapitular, ordenar para luego avanzar.

Dios puso en mi destino las oportunidades correctas para que mediante mi libre albedrío tuviera el coraje de DARME este regalo!

El MAR fue mi compañía mas sincera, en su seno deje todo lo que me sobraba, para vaciarme y volver a llenar mi cáliz con ABUNDANCIA. 

Agradezco a Dios por su existencia, por haberla creado tan hermosa y de aqui a la eternidad HONRARÉ su Presencia.

El Mar te sana el alma y entonces el cuerpo también es LIBRE!

Por Vanina Sousa Gramuglia

Isla Cozumel, Mexico